Tener un hijo con síndrome de Down representa un reto pues la discapacidad intelectual que forma parte de su condición hará que su aprendizaje sea más lento y requiera apoyo.
Sin embargo una persona con discapacidad intelectual lo que más requiere es amor y dedicación de sus padres y maestros para que logren todo tipo de aprendizajes.
Esta es la experiencia de Rebeca y su hija Karen quien hoy tiene 30 años y estudia en la universidad.
Música de intro cortesía de Antonio Morales