Margaret Hamilton fue la ingeniera sin la cual la humanidad no hubiera llegado a la Luna.
De niña ya destacaba por su constancia en el estudio y sus ganas de conocer. En su carrera como estudiante universitaria brillaba en matemáticas y ciencias, siendo a menudo la única mujer en las clases. Se licenció en Matemáticas y pasó a trabajar al prestigioso MIT, que por aquel entonces participara en el programa espacial, y Margaret lideró un equipo que se encargó del software del módulo lunar y de mando de la misión Apolo de la NASA.
Margaret Hamilton fue probablemente la persona que evitó el fracaso de la misión Apolo 11, gracias a que su software había sido diseñado para recuperar errores y priorizar funciones imprescindibles, evitando así una sobrecarga en el ordenador de a bordo.
Evidentemente, ser ingeniera en un medio dominado por hombres no fue ni es fácil.
La trayectoria vital y profesional de Margaret Hamilton sirve hoy de inspiración para numerosas mujeres por haber destacado en un entorno completamente masculino y convertirse, a pesar de los obstáculos, en una de las figuras más relevantes en la historia de la NASA y de la humanidad.
🎥David García, decano de la Facultad de Ciencias y Tecnología, analiza la figura de Margaret Hamilton.