Brenda y su esposo nunca imaginaron que la vida les tenía preparados retos dobles: un hijo con autismo y una hija con síndrome de Down.
El camino no ha sido sencillo, sin embargo el amor por sus hijos los ha convertido en padres amorosos, comprometidos y dispuestos a esforzarse una y un millón de veces con tal de ver a sus hijos felices y alcanzado logros y metas cada uno a su ritmo.
Música de intro cortesía de Antonio Morales